martes, 27 de mayo de 2008

"De sobra sabes que eres la primera...

Que no miento si juro que daría por ti la vida entera..."

Y ahí estaba ella... Mirando por la ventana esperando llegar a la nada misma. Ahí estaba ella con sus ojos llenos de ilusiones que intentaba tapar con el delineado de sus ojos. Y ahí la veía yo a ella... Recostada sobre el frío de la pared, pensando cosas que ni ella pensaría que retomaría su memoria. Y ahí estaba ella... dándose cuenta que la vida le pasó por encima disgustándola por completo y sin fuerzas, pero a pesar de eso sigue sin caerse y maldice su situación sin retorno.
Y ahí estaba ella, viendo pasar sus sueños, viendo sus sueños derrotados, viéndose derrotada por sus sueños mismos... Ahí estaba esa señora cercana a las cinco décadas, viéndose caída y derrotada por algo que no podía cambiar, por un futuro que no podía modificar y un pasado que adoraba pero no la conformaba en lo absoluto.

Y ahí estaba yo, viéndola sin poder darle algún consuelo... Y ahí me hacia presente yo intentando mutilar su dolor... Hacerle mejor la espera y dándole un silencio que la deje tranquila. Ahí estaba yo siendo testigo de aquella muerte apaciguadora que la estaba esperando... Ahí estaba yo para presenciar si por esas casualidades las lágrimas salían de sus ojos... Ahí estaba yo para darle ese abrazo ausente, para calmarle las noches, para acompañarla... para calmarla.

Y ahí estaba él, haciéndose presente con menos presencia que la que solía tener, ahí estaba... haciéndose partícipe de un acto que no es novela, con una esperanza en las manos, con una cara marcada, con los ojos derrotados.
Ahí estaba él, el que no supo mantener perfil bueno pudo mantener el eje de lo correcto, el que quiso pasar la línea preocupándose solo por él y dejando a la deriva al resto...
Y ahí estaba él... y ella lo miraba desconsolada, con un abrazo reprimido... con cruce de palabras sin direcciones... con miradas penetrantes e hirientes.

Y ahí se veían los dos alejados por la guerra, ahí se veían heridos los dos... Uno por los años, el otro por el tiempo...
Y solo había dos protagonistas, solo existían
dos almas perdidas... Una por el cansancio y el otro por el ocio...

Y así la veo yo a esta mujer, derrotada..., manchada por el desanimo, cubierta de dolor...
Y así lo veo a él, con ganas de no tener ganas, con locuras reprimidas y expulsadas a lo bruto, con cariños no permitidos, con vicios destructores.

Y así se fue ella, después de sacar las golondrinas que afectaban su interior, casi escapándose, o casi sin querer decir mas que lo dicho... Dejándolo a él... dejando se ilusión perdida a la orilla de un lugar, a las oscuras de una noche y en compañía de nadie...
Y así se fue ella, sintiéndose aliviada y dolorida a la vez... Sintiéndose que perdía todo y a la vez lo conseguía...
Y así la veía yo, con ojos marchitos, con sueños no soñados... con esperanzas mutiladas...

Y así escribo yo, sobre una situación real, sin usar la imaginación... Sin citar a los mitos...
Y así la veo yo, como la mujer que planeó en vano, como la mujer que se destruyó en consecuencia de sus ilusiones y expectativas, y así la veo yo... Como una mujer que tiene mucho para dar, pero no supo como y a quien darlo, talvez...
Y así la veo yo, querida por mi...





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