lunes, 29 de septiembre de 2008

Calles de los besos sin amor



Corri desconzolada a quien sabe que lugar lejano... perdida de la civilización, pensando que de esa manera encontraría satisfacción y la necesidad de nada que requería el momento que vivía, pero me estaba encontrando sola y desesperada por encontrar un alma caritativa que me dijera en el punto de que perdido lugar me encontraba...
No encontré a nadie por un largo tiempo y cuando alguien se me acercaba me retiraba con la cabeza baja, intentando disimular mi miedo a aquel lugar extraño a mis sentidos.

Se hacía de noche y yo todavía no encontraba camino para habitar y casi por rendirme debajo de un árbol, el se acercó sin que yo pudiera escuchar el caminar que pronunciaba al acercarse a mí...
Tocó uno de mis hombro y estando sentada, salté del susto que me produjo su sorpresa. ÉL me miró apenado por no haber sido más cauteloso, tendió su mano y de esa forma se presentó... se dió cuenta de mi desagrado a aquel echo y me prometió no hacerme nada que yo no quisiera que me haga.

Mientras intentaba mantenerme tranquila y yo tambien lo intentaba.. se sentó a hablarme de la vida y de lo que hacía, sin que yo se lo preguntara, como si ya hubiera pasado en algún otro momento lo mismo y yo lo hubiera olvidado por completo.
Muy deprisa me atrapó con las histórias insólitas que me contaba, fuí perdiendo la vergueza y comencé a cuestionarle las cosas absurdas que me comentaba. Entre risas y risas él me preguntó que hacía yo en ese sitio...
No supe darle una respuesta concreta, pero a medida que iba escuchando mis relatos con vos infantil y medio chiyona, se dió cuenta de mi búsqueda, se dió cuenta que me había cansado de la gente y me alejé con el solo fín de olvidar por un momento de quien era, fué por eso que él jamás supo mi nombre ni que quería lograr escapandome y desconociendo todo tipo de cosas sercanas al lugar...

No tardó mucho el sol en abandonarnos, y tampoco tardó mucho ese hombre en atraparme por completo, captar todos mis sentidos, decir cada cosa que yo quisiera escuchar.Entre carcajadas y cosas insólitas que no iban al caso recalcarlas, por que no habría palabras que añadirle a esto que simplemente es un relato, él se acercó y me preguntó si habitaba en mi corazón algún hombre que haya tenido la culpa de este hermoso encuentro, yo... yo le negué con la cabeza y le dije que en el momento que pisé ese lugar me había olvidado hasta un poco más de mi nombre, que aunque así fuera lo iba a negar hasta el cansancion, que mi vida volví a comenzar en aquel lugar desierto, donde todo era desconocido, como volver a nacer... que no haga preguntas que no podría responder, que respete mi anonimato, que yo no le habñia preguntado nada, que él me contó quien era solo...
Me miraba con una mezcla de sorpresa y de paz, tambien con un poco de gracia al emitir gestos y alteraciones, me podría olvidar de donde venía pero no de características muy de mi persona.
Me dijo "está bien que quieras abandonar tu vida y que ya nada te importe, pero el sol se escondió y no estoy dispuesto a dejarte aca", así que mientras me decía eso, se paraba, tomaba mi mano y me arrastraba hacia él, llevandome quien sabe donde.
Mientras caminabamos bajo un cielo totalmente oscuro me contaba las cosas que hacía mientras el sol lo acompañana y las cosas que acostumbraba a hacer... me contó practicamente en pocos minutos su vida, sin volver a pedir explicaciones de la mia, respetandome tanto y como se lo había pedido...
Antes de llegar, él me hizo jugar un poco con mi imaginación y provandome haber que tanto podría llegar a ser y provando lo persona que era...
Mientras me hacía reir un poco, se ocultó entre los árboles, me hizo buscarlo desesperado y me hizo jugar un juego entre la desesperación y la alegría de haber encontrado lo que tanto buscaba y de lo estaba satisfecha en ese mismo instante...
No tardamos demasiado en estacionarnos delante de una puerta que él delicadamente abrió para hacerme entrar, y ahí estaba yo... parada ante una casa no muy grande pero adornada de una forma impecable, los estantes llenos de literatura por un lado, la mesa con adornos que convinaban con los ladrillos a la vista de las paredes, los muebles bien arreglados, el perro que pacivamente se acercaba como si me conociera de toda la vida y la música que él al poco tiempo accedió a poner.
"No sé que musica acostumbras a escuchar, pero esto es lo que yo acostumbro a hacer..." "No tengo otro medio de conectarme con el mundo, así que escucho música en cuanto tengo un tiempo para mí"
No emití comentario en cuanto a la música, reconozco que me encontraba más extraña que nunca, en otro momento hubiera estado al borde de las lágrimas al encontrar una persona que tuviera tanto parecido conmigo en cuento a gustos musicales. Si, él efectivamente puso un cd de Sabina, el mejor cd que podría haberme regalado.
Puso el agua a calentar, me ofreció si presisaba algo, y yo le dije que así estaba bien.
Con cierta duda de lo que hacía en ese sitio... corrí a preguntarme si lo que yo estaba haciendo estaba bien. Sabia que toda esta história estaba demasiado bien contada como para que fuera cierto, este hombre había capturado por completo mi atención, estaba manipulando mi vida y yo estaba entregada a él de una forma irreconocible, pero hermosa.
Desapareció por unos segundos y apareció con una manta en sus manos, me la puso sobre los hombros y prendió la estufa de leña.
Sacó el agua del calentador, la puso en una tasa que contenía café y me dió uno a mí y se preparó otro para él.
No hice ningun gesto mientras disfrutaba del café, presupongo que habrá querido que yo emitiera alguna palabra, y si fué de ese modo, creo que lo defraudé por completo, por que no emití palabra, ni gesto ni nada, me desconocía por completo pero estaba intentando escaparme de algunas cosas y en esas cosas, estaban mis impulsos y mis palabras.
La música seguía sonando, y entre el cambio y el cambio de tema, me agarró la mano, me atajó sobre él, puso su mano en mi cintura y estiró mis brazos hacia su cuello, recorandolo delicadamente...

Nos movimos lentamente, recosté mi cabeza sobre sus hombros y podía sentir sus manos sobre mi cintura, acariciandola delicadamente, suavemente, con ternura.
Me retiró de su cuerpo, me miró dijamente a los ojos y casi sin que pudiera darme cuenta, me dió el beso más irreconocible de mi vida, tanto que aún siento levemente el sabor de sus labios, como si hubiera sido hacia medio minuto.
Retiré mi rostro, sin querer pero no quería volver a enrollarme en algo que no sabía como iba a terminar, él no dijo nada pero no dejó de ninguna manera que lo soltara, yo no hice mucho esfuerzo, yo tampoco quería soltarlo...
No lo miraba, no podía mirarlo! mis ojos delataban las sensaciones que sentía al verlo... pero no quería volver a comenzar todo eso que me habíacostado dolores destruir, no quería volver a llorar un hombre, no quería de ninguna manera volver a besarlo, pero era algo que me decía la cabeza no el corazón y sobre todo, él parecía entenderlo todo, como si me conociera completa, como si no le importara lo que me pasaba, como si no importara que no volviera a besarlo...
Me soltó y me recomendó que estaría bueno sentarnos en el sillón frente a la estufa y seguir escuchando melodías enriquesidad de esa voz hermosa.
Nos sentamos y mientras accedía a contarle algo de mí o de mis pareceres snetía su vista en mí pero intentaba hacerme la que no lo notaba, no sé por que tomaba actitudes tan agenas a mí, no sabía por que no podía llamar a esa persona tan magnífica que era, talvéz quería provar como era ponerse del otro lado, quizas no quería que esa noche terminara pero lo seguía deseando con fuerzas...
Después de tantas palabras, él dijo "es tarde y mañana es otro día, la vida no termina en esta noche y yo tengo ocupaciones. Vos podés ir a dormir a la habitación, yo me quedaré aquí..."
Me levanté, fuí al baño, me labé la cara, salí y conocí lo que era esa habitación. Todo con un aroma muy agradable, todo muy bien acomodado... todo muy reluciente como en un sueño...
Mientras seguía parada admirando lo que era ese lugar sentí una mano acariciar mi cintura sin que pudiera darme vuelta a mirar, dejandome llevar por la suavidad de sus manos... me beso el cuello, me abrazó el cuerpo entero, me dió vuelta y ya no pude resistirme a esos besos que tanto me elecritazaban y erizaban la piel...

Él me tocaba la piel como si realmente fuera una parte masculina de mí, sabía exactamente lo que deseaba que hiciera, como y donde, él parecía tener manos de seda, él parecía ser ese hombre que yo pensaba que había chocado y se había muerto, sin poder conocerlo jamás.
Me recostó delicadamente sobre la cama, y desabrochando cada una de mis prendas me besaba el cuerpo entero... no dejaba tiempo para que pensara en lo mal que talvéz iba a sentirme después, o talvéz no, no dejaba tiempo para que pensara que a ese hombre no lo conocía que no sabía nada, absolutamente nada de él...
Me abrazó con fuerza, me dijo palabras desconocidas al oido y me acostó sobre su pecho, dejandome dormir sobre él hasta la mañana siguiente...
El brillo del sol me levanto, igual que el olro a tostadas y al café de la mañana temprano, me puse esa camisa que él había olvidado talvéz a proposito en el suelo, me la puse y fuí a ver si lo encontraba sin vestimenta alguna, preparandome algo para comer, y sí efectivamente ahí estaba él, poniendole mermelada a las tostadas y sonriendo dulcemente al cerme asomar.
Llevamos el desayuno ideado a la cama y mientras nos reiamos una vez más, me recordaba que él nunca había estado con una mujer, que yo había sido la primra mujer que él tocaba y que anteriormente a eso él se había prometido hacerlo con esa mujer cuyo aspectos se parecieran a los mios...
No le creçi ningunas de esas palabras, pero fué solo un poco de toda esa inseguridad que sentía tas el momento, no podía desconfiarle tanto a ese hombre que me había regalado el pasar más hermoso, pasar que no meimaginaba nunca darlo, pasar que se lo debo completamente a él.
Desayunamos, nos cambiamos, acomodamos y me miró como sabiendo lo que iba a decirle...
Y sí, así fué... era demasiado perfecto para durar una vida entera, era demasiado perfecto para que fuera realmente cierto...
Le dije que aunque quisiera olvidarme de quien era, de lo que hacía y de las personas que conocía no iba a lograr hacerlo por mucho tiempo, que esos momentos no los iba a borrar jamás, que si yo idealicé un hombre él era todo lo que yo necesitaba pero no me sentía en el momento adecuado para darle lo que él necesitaba. Que el tiempo no estaba de nuestro lado y que antes de arruinar algo que sería hermoso, prefería dejarlo vivir tranquilo y feliz y talvéz volver cuando yo estuviera total y completamente disponible para él.
Pensé que me iba a arrepentir y estaba segura de que lo haría al cruzar esa puerta, pero no... no estaba dispuesta a traicionarlo como me habían traicionado a mí... así que tras esa puerta dejé lo mejor que me había brindado ese viaje... una hermosa histórica que contar, un hermoso amor que se ocultaba en la nada mimsa, en un lugar que yo ya no recuerdo, en un lugar muy oculto, está el hombre de mis sueños ,esperando por mi y una personma que esté dispuesta a amarlo, amarlo completa y puramente...

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