Mi envenenada medicina
A ti que aun no sabes
los besos que te caben en la boca,
a ti que has comprendido
que a veces el olvido se equivoca,
a ti que has preferido
vivir como si nada fuera eterno,
a ti que que has compartido
conmigo una almohada en el infierno.
A ti que has detenido con un beso el reloj,
a ti que me enfermas,
a ti que eres mi envenenada medicina.
A ti que vas deprisa
por miedo a que la risa se marchite,
No hay comentarios:
Publicar un comentario